




El Jardín Botánico del Quindío, ubicado en Calarcá, es un referente en biodiversidad y conservación ecológica en Colombia. Su historia comienza en 1978, cuando Alberto Gómez Mejía fundó este espacio con el objetivo de preservar las especies nativas del Quindío, incluyendo plantas endémicas, aves, e insectos. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en un importante centro de investigación y educación ambiental.
HistoriaEl Jardín fue diseñado en terrenos que fueron devastados por un terremoto en 1999, y parte de su infraestructura, como la pérgola de hierro retorcido, simboliza la reconstrucción tras esa tragedia. También alberga varios museos que narran la evolución de la flora, fauna y geología de la región. Uno de los más interesantes es el Museo del Túnel, que explora la historia de los túneles viales construidos en los Andes del Quindío
Este espacio no solo destaca por su enfoque en la conservación, sino también por su profunda conexión con la cultura local. El museo etnobotánico presenta una colección de productos hechos de palmas nativas, como utensilios de cocina, muebles, y alimentos, que muestran cómo las comunidades han usado estas plantas durante siglos. Además, sus talleres ecológicos están orientados a jóvenes y niños para enseñar la importancia de la biodiversidad y la sostenibilidad
Uno de los aspectos más fascinantes del Jardín es su mariposario en forma de mariposa, una estructura icónica que permite a los visitantes observar de cerca estas coloridas especies. También cuenta con una colección de raíces de bambú que algunos visitantes encuentran similares a figuras alienígenasOtro dato interesante es el Insectario, donde se exponen especies endémicas y se promueve el estudio de los insectos como parte vital de los ecosistemas.