La salsa caleña es mucho más que un estilo de música; es una tradición que ha pasado de generación en generación, y ha hecho de Cali la capital mundial de la salsa. Este género musical tiene sus raíces en la fusión de ritmos caribeños con las influencias afrocolombianas y latinas que se encuentran en el corazón de la cultura caleña.

La salsa llegó a Cali en los años 70, cuando los ritmos tropicales y caribeños se mezclaron con las influencias del jazz y la música popular de Colombia. En Cali, la salsa se transformó en una expresión de la identidad local, con un estilo propio que se distingue por su rapidez, energía y acentuada cadencia. Los caleños hicieron de la salsa su forma de vida, llevando este género a todo el mundo a través de concursos y festivales internacionales.

La salsa no solo es música en Cali; es un lenguaje cultural que se vive en cada esquina de la ciudad. Desde los barrios más humildes hasta los lugares más exclusivos, la salsa es una manifestación de la alegría, la creatividad y la resistencia cultural. Los bares y discotecas de salsa, como 'La Topa Tolondra' y 'Zaperoco', son los templos de esta cultura, donde caleños y turistas se entregan a la danza como una forma de liberación.

Cali es conocida como la 'Sucursal del Cielo' y no solo por su clima cálido. La ciudad ha sido el escenario de algunos de los eventos más importantes de salsa, como el Festival Mundial de Salsa, que reúne a los mejores bailarines y músicos del mundo. Además, las famosas escaleras de salsa de la ciudad, donde locales y turistas se dan cita para bailar al aire libre, son uno de los símbolos más representativos de la ciudad.