




Cartagena, fundada en 1533, ha sido testigo de siglos de historia marítima. Su ubicación estratégica en la costa caribeña la convirtió en un puerto clave durante la época colonial, donde los barcos españoles transportaban oro y mercancías hacia Europa
HistoriaLa Bahía de Cartagena ha sido escenario de grandes batallas navales, ataques de piratas y rutas comerciales. Con sus antiguas murallas y fortalezas, que protegían la ciudad de estos ataques, Cartagena mantiene un fuerte lazo con el mar, que es el centro de su identidad histórica.Los cruceros al atardecer permiten a los visitantes experimentar una parte de esa historia, navegando por las mismas aguas que alguna vez vieron navegar los galeones españoles y piratas del Caribe.
El mar es parte esencial de la vida cotidiana en Cartagena. Los cartageneros están profundamente conectados con el Caribe, no solo a nivel económico, sino también cultural. Las puestas de sol en Cartagena tienen un significado especial, ya que se celebran con música, comida, y alegría, reflejando el espíritu caribeño. Los cruceros al atardecer son una oportunidad para disfrutar de la música tradicional, como la champeta o vallenato, que acompañan el ambiente relajado y festivo a bordo.Además, estos cruceros permiten a los viajeros admirar la arquitectura colonial desde el mar, destacando lugares icónicos como el Castillo de San Felipe de Barajas y la Torre del Reloj, mientras aprenden sobre la historia y cultura de Cartagena a través de guías locales.
Las puestas de sol en Cartagena son famosas por su espectacularidad, con cielos que varían entre tonos anaranjados, rosados y violetas, creando paisajes impresionantes.Cartagena ha sido conocida como la “joya del Caribe” no solo por su historia colonial, sino también por sus vistas al mar y su vibrante vida marítima.Durante el crucero, es común disfrutar de un cóctel típico como la limonada de coco o un mojito, que son bebidas refrescantes populares en el Caribe colombiano.El Crucero a la puesta del sol incluye muchas veces música en vivo, con artistas locales que interpretan géneros tradicionales colombianos, lo que convierte la experiencia en una auténtica fiesta en el mar.Algunas rutas de cruceros ofrecen la oportunidad de ver el Fuerte de San Fernando de Bocachica, una de las fortalezas que defendía la entrada a la bahía de los ataques piratas en los siglos pasados.